“Hay que tener un poco de suerte a veces y jugar un poco bien, gracias a dios, la verdad que, se siguen dando las cosas”, expresó Miguel. Asimismo, dijo que fue un torneo “muy lindo, fue un torneo que se hizo medio relámpago, pero participaron 36 parejas en libres”. En el individual hubo 30 inscriptos de diferentes localidades.

“Mucha gente, buenos competidores de muy buen nivel de tejo, la verdad que, realmente quedé sorprendido”, indicó. “Para llegar a la final individual me tocó jugar siete partidos”, mencionó Miguel.

Asimismo, comentó que el torneo comenzó a las 9:00 de la mañana y terminó a las 23 horas. “La organización muy buena, muy bueno todo, son gente que manejan muy bien las cosas, muy bien organizado, no hubo ninguna discusión”, agregó.

Además, el jugador remarcó que tienen dos contras, porque acá se sigue practicando con lo tejos que se juegan los Juegos Bonaerenses y la mayoría lo hace con tejos celeste y blanco. “Todo cambia, el peso, el tamaño, tiene dos formas diferentes después de tirar el tejo, de un lado o del otro y no es fácil”.

“Creo que es el segundo torneo individual que juego desde que empecé a practicar tejo, en uno perdí la final, que fue en Casares, y este que tuve la suerte de ganar. Todo juego tiene revancha”, señaló Miguel.

También, remarcó que los participantes de Bolívar, tanto la rama femenina como masculina, anduvo muy bien. Sin embargo, con su compañero no pudieron encontrar el nivel y no se adaptaron, después “gracias a dios, se me dio de poder llegar a una final”.

Fue un triunfo “importantísimo para mí, porque después uno se pregunta cómo haces para llegar a esta altura a este nivel de tejo, vos lo ves jugar y decís cómo les ganas a estos, les ganas poniendo lo que tenes que poner, con el alma, con el corazón, ser inteligente y saber aprovechar todo”, expresó el jugador.  

Por último, indicó que el próximo torneo es el 13 de julio nuevamente en Bolívar, donde vendrán muy buenos competidores también.