Martes 5 de Noviembre de 2024

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NOTA CON AUDIO

9 de junio de 2024

Se realizó al acto por el día del periodista que organiza Dario La Mañana todos los años

Fue frente al busto de Mariano Moreno, la imagen del primer político argentivo que tiene ligazón con el periodismo. Se colocó una ofrenda floral y luego se dirigió al público presente Santiago Elizondo, con el cierre de Víctor Cabreros. Cabe destacar que en la historia de nuestro medio-la radio-es el año más difícil que nos ha tocado transitar, y adherimos a las palabras de nuestros colegas, valorando la profesión.-

Ante todo agradezco profundamente esta invitación porque sé de la importancia de este acto y porque siempre es bueno que se acuerden de uno y si es bien, mejor.

 

Lo primero que debo decir con total franqueza es que no creo tener la idoneidad suficiente como para plantarme acá a hablar acerca de qué es el periodismo o qué es ser periodista, así que a lo sumo, ensayaré una opinión al respecto.

Tampoco haré un repaso histórico porque no cuento con conocimientos para mejorar lo narrado por otros colegas en discursos de años anteriores, simplemente compartiré con ustedes mi manera de ver a este oficio.

En lo personal, siento que sigo siendo un aprendiz, que sigue bastante más cerca del pibe urdampilletense de 14 años que andaba recorriendo el pueblo en bicicleta con un grabador buscando qué nota iba a presentar a través de FM10.

 

No recuerdo bien, mediante un teléfono fijo de esos que tenían para discar, que tenían el living de la casa de mis abuelos, siento que sigo bastante más cerca de ese pibito que de cualquiera de los periodistas que admiraba y que admiro y que veía en la tele o escuchaba en la radio o leía.

 

Ahora sí, primero me voy a dirigir brevemente al público en general, que quizás nos está viendo o nos está escuchando, voy a reiterar algo que a menudo digo en AM, no crean en los periodistas, escuchen, lean, vean, pero no crean por creer, por ahorrarse el trabajo de pensar, de discernir, de interpretar, si les decimos que llueve, abran la ventana o salgan a la vereda y comprueben ustedes mismos. Puede ser que sea verdad que llueva, pero también puede ser que el periodista esté equivocado y en realidad se le está rebalsando el tanque de agua, o peor aún puede que sea socio del vendedor de paraguas, los periodistas que muchas veces caemos en la trampa de pretender ser todólogos, depende cuál sea el tema del momento, no podemos saber de todo, sí es nuestro deber formarnos, informarnos, conocer los temas, pero nunca nos crean expertos, con bastante más atrevimiento que autoridad.

 

Me atrevo a disentir con algo que muchos colegas y pensadores opinan, no creo que podamos ser objetivos, veo la objetividad como una búsqueda y no como una condición, siempre vamos a estar sesgados en nuestra opinión, ya sea por el contexto, por la historia, por los saberes previos y principalmente por la ignorancia, que eso sí es algo que nunca se pierde y que siempre nos acompaña, y ahora sí, después de tirar por la borda mi escasa reputación periodística.

 

Les voy a hablar a ustedes colegas, hay algo importantísimo que tenemos los periodistas y es que el 99,9% de nosotros amamos esta profesión, la ejercemos convencidos y la disfrutamos la mayor parte del tiempo, pero no somos unos bendecidos ni tampoco nos pasa eso por casualidad, estoy seguro que el 99,9% de nosotros no estudió periodismo porque buscaba llenarse de plata, por fama, por poder o por conveniencia, en muchos casos ni siquiera fue por un legado familiar como puede ser el mío, estoy seguro que el 99,9% estudiamos esto porque nació con nosotros, porque desde chicos jugábamos a esto, porque imitábamos a los periodistas que escuchábamos o veíamos, porque estuvimos dispuestos a resignar otras actividades propias de niños o de adolescentes para ir a trabajar de esto que soñábamos, la gran mayoría de nosotros pagó derechos de piso como no se paga en casi ninguna otra actividad sobre la faz de la tierra, y ni hablar de las compensaciones ínfimas y de los otros trabajos a la par para sobrevivir mientras se trabaja como periodista, Hacer malabares a los que casi todos nos hemos ido acostumbrando, pero esta profesión es tan linda y tan atrapante que excede casi cualquier penuria y justifica algunos sinsabores para seguir viviendo el sueño que sostenemos desde chicos, tenemos en nuestro poder una herramienta hermosa que es la de poder contar la historia, hacer que aunque todo pase algunas cosas queden, se recuerden, se analicen, se debatan, somos vehículos de transmisión de los hechos y también mal que me pese somos formadores de opinión.

 

Por eso así como tenemos esas posibilidades tenemos varios compromisos, entre ellos el de honrar la profesión, en tiempos donde vale más un click que una noticia, donde se naturalizaron las fake news y sus variantes de los click baits, en tiempos donde cualquier persona desde una red social puede decir, contar, opinar y mostrar lo que quiera, tenemos los periodistas la responsabilidad de marcar la diferencia, valorando al lector, oyente, televidente, opinando con respeto, contando lo que pasa con el mayor rigor posible, hagamos el ejercicio de renovar todos los días un compromiso con ese pibito o esa pibita que fuimos que soñaba con ser periodista, permanezcamos en la búsqueda de acercarnos al conocimiento de la verdad, de hacer un poco de justicia cotidiana desde el lugar que nos toque, de ser buena y sana compañía para quien nos lee, escucha o ve, al fin y al cabo todo eso es lo que nos sedujo de ser periodistas, porque comunicar en estos tiempos comunicamos todos, en el que a ser periodístico estará la supervivencia de este oficio.

Gracias a todos!!

 

Santiago Elizondo (Periodista)

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